
Debido a los conflictos suscitados en los predios del ex centro de salud Santa Lucía, niños, adolescentes y personas con discapacidad leve y grave que habitan el Centro Transitorio Crecer, se encuentran afligidos y emocionalmente afectados. En los recientes días, hubo el uso de pirotecnia por parte de funcionarios de la Dirección de Igualdad de Oportunidades (DIO), que sobresaltó gravemente la estabilidad emocional de los niños con autismo.
El Administrador del Centro Transitorio Crecer, Constantino Ramírez Huanaco explicó que, desde el 10 de mayo, cuando comenzaron los conflictos, no pueden salir con normalidad por su garaje ni sacar su movilidad que era usada para el traslado correspondiente.
Asimismo, señaló que se cortó completamente las actividades de entretenimiento y deporte que hacían los adolescentes en su patio; debido a la bulla y pirotecnia en los exteriores, hecho que también dificulta su descanso normal por las noches.

“Pedir al personal de la DIO que nos dejen trabajar por el bien de la población de este centro. Prácticamente los niños se sienten hostigados, no pueden desempeñar sus labores educativas con normalidad”, sostuvo Huanaco.
En tanto, el psicólogo del Centro, José Luis Blanco, aseveró que su tarea es velar por la salud integral de los acogidos y desde el inicio del conflicto su estabilidad emocional fue afectada; resaltó que la pirotecnia afecta en gran medida a los pequeños que padecen de autismo, debido a su condición el ruido fuerte puede derivar en crisis.
Por su parte, la psicóloga, Patricia Muñoz explicó que los niños que tienen discapacidad grave, tienen dificultad para socializar y tener una conducta adaptativa, para lo que se generan rutinas; la cual se ve afectada por los conflictos que se están dando.
“Pedir al personal de la DIO que puedan cooperarnos, pacificando, para poder trabajar con los jóvenes y estabilizarlos”, añadió a tiempo de revelar que los acogidos presentan conductas agresivas y de pánico.
